Y entonces, pidió el móvil.
Un alto porcentaje de adolescentes dispone de móvil. Es más, para muchos de ellos parece una extensión de su propio cuerpo. Pero también muchos niños, quizá demasiados, de 9 o 10 ya tienen móvil. A veces los padres se encuentran en la encrucijada entre no estar convenidos de la conveniencia de que lo tengan y la presión de que “todos lo tienen”. Si verdaderamente no estás convencido de que sea apropiado no accedas a que tu hijo lo tenga. No todos tienen móvil.
Hay muchos padres con las mismas contradicciones y si manifiestas tu opinión al respecto y hablas con otros padres, os daréis cuenta que no sois una excepción y podéis incluso acordar el retrasar su adquisición para vuestros hijos. Se ha llegado a conseguir que una clase de cuarto de primaria no regalasen móvil por la comunión a ninguno de los niños. Es cuestión de plantear las cosas.
Pero si decides que tu hijo tenga móvil y acceda a las redes sociales tienes la responsabilidad como padre o madre de educarle en su uso.
Es imprescindible controlarle el tiempo que lo utilizan y como lo
hacen. Y es que, como afirma el psicólogo Enrique Madrid, puede llegar a
actuar como la droga perfecta: está fácilmente disponible, concede un
refuerzo rápido (enseguida se obtiene respuesta ante un mensaje) y
permite una interacción fácil.
La educación en el manejo correcto de
las redes sociales es similar, por una parte, a la que se les da para ir
por la calle o relacionarse con las personas: se les enseña a no hablar
con desconocidos, no insultar a los demás, no criticar a nadie en los
grupos, no entrar en determinados sitios, …Se trata de educar en convivencia.
Pero además deben ser conscientes de que lo que hagan o digan(comentarios, datos, imágenes,…) a través de las redes sociales se queda ahí y deben conocer las consecuencias de ello.
Y es que el uso de las redes sociales ha desencadenado una nueva forma de acoso
que está muy extendida y de la que hay que estar alerta para que los
niños y jóvenes no la padezcan ni desde el papel de la victima ni del
acosador.
El móvil en sí no es ni bueno ni malo. Su uso puede ser muy beneficioso pero cuando es adecuado.
Por otra parte, está muy extendido darle el móvil a niños muy pequeños,
incluso de apenas un año, en múltiples situaciones para que no se
aburran como un restaurante, una sala de espera,… Algunos padres
recurren a ello casi sin que el niño se lo pida de forma automática para
ocuparlo en algo. Sería interesante cambiar un poco esa actitud y
recurrir a otras formas de entretener al niño como contarle algo,
hacer algún juego, darle pequeños coches, un cuadernillo para pintar,
muñequitos, o algo que les suela gustar. Pero tampoco está mal que
aprendan a no tener que hacer algo necesariamente y sepan tener
paciencia y que a veces hay que esperar.
Por supuesto, recuerda que eres su modelo. Si atiendes a los mensajes durante la comida, o cuando te está contando algo, …es más probable que él actúe igual.
Y claro que no es posible controlarlo todo ni es de lo que se trata sino de educar en una actitud responsable y en el desarrollo de su capacidad crítica y reflexiva.