Como padre o madre es probable que te intereses por el desarrollo de la empatía en tus hijos. Uno de los factores más importantes que contribuye a ello es que esa cualidad la observen en sus padres. Por ello, además de reforzar cualquier muestra de empatía que muestre el niño desde pequeño, podrías plantearte si verdaderamente eres una persona empática y así poder dar ejemplo a tus hijos.
Estos son algunos de los rasgos que poseen las personas empáticas:
– Cuando alguien les cuenta sus sentimientos o sus problemas escuchan con atención demostrando su interés y tratando de comprender lo que la otra persona siente.
– No juzgan los sentimientos de la otra persona. Si ven necesario dar su opinión lo hacen de forma delicada.
– Se fijan en lo que dice y en cómo lo dice.
– A la escucha le acompañan los gestos, la postura, las expresiones que demuestran toda tu atención,…
– Le dice cosas como “te entiendo”, “imagino como debes estar”,…
Es posible que suelas actuar así cuando alguien te expresa sus sentimientos o sus preocupaciones, etc. Pero tómate un momento y piensa si haces lo mismo cuando tu hijo te cuenta algo que para él es preocupante o le ha enfadado o se siente dolido.