Adolescente a la vista
¡Cómo crecen!
Casi sin darte cuenta tu hijo ha llegado a la adolescencia. Empieza a demandar un trato diferente. Ya no se sienten tan niños, al menos a veces. Y a los padres puede que les cueste darse cuenta de ello.
Toman más importancia los amigos en sus vidas. Es frecuente que presenten cambios de humor con momentos de irritabilidad, explosiones de risas o momentos de melancolía. Aunque se encuentren en la búsqueda de su autonomía e independencia también buscan la aprobación de sus padres.
Por supuesto, todos los adolescentes son diferentes y no todos manifiestan estas características con la misma intensidad. Pero, en muchos casos, suelen surgir roces en la relación entre padres e hijos adolescentes que a veces llega a hacerse muy complicada.
Si tienes un hijo adolescente ya habrás descubierto muchos de esos cambios y, en ocasiones, puede que te preguntes “¿qué hemos hecho mal?”o “¿por qué me hace esto?”
Bueno, pues que sepas que no es nada personal. Te voy a dar una serie de pautas a tener en cuenta en la relación con tu hijo:
– Trata de contar con sus opiniones en cosas cotidianas o familiares. Les gusta que se les tenga en cuenta porque se ven mayores. Y les gusta manifestar lo que piensan (a veces)
– Deja que se equivoquen. Necesitan aprender de sus errores pero también que sientan que se les deja hacer, que se confía en ellos.
– Aplica la empatía, ponte en su lugar, recuerda tu adolescencia.
– Ya sabe lo que está bien y lo que tiene que hacer. No necesita que se le diga constantemente y, además, no les gusta. Eso sí, nosotros estaremos para poner las consecuencias.
– En parte, siguen siendo niños por lo que a veces quieren ser tratados como tales aunque otras rechacen cualquier acercamiento. Paciencia.
– Reconoce tus errores. Os acercará más ya que todos estáis inmersos en una nueva etapa. No te culpabilices.
– Refuérzale en lo que valen, en lo que destaquen, etc. Necesitan creer en ellos mismos y se están autoevaluando constantemente. Quieren saber como son, en qué son especiales, qué son ellos.
– Procura hablar de todo. Ayuda a establecer las bases para que cuente sus inquietudes o vivencias o al menos, para que sepa que estás ahí.
Hay quien llama a la adolescencia etapa de transición. No me gusta esa calificación. Es una etapa como lo es otra en la vida y, como cada una de ellas, habrá que vivirla acorde al momento vital que supone; disfrutándola, aprendiendo, cayendo y levantando, exprimiéndola,…
En fin, aprender juntos, compartir buenos momentos, superar los malos y buscar ocasiones para disfrutar.