Pablo lo pasa mal. Le preocupa excesivamente que a su padre o a su madre le pase algo(tengan un accidente o se pongan enfermos). Se resiste a dormir solo y tiene 8 años. No quiere ir a casa de un amigo o a un cumpleaños, ni quiere ir con sus abuelos si, al menos, no le acompaña su hermano pequeño.
Está teniendo muchas pesadillas relacionadas con el hecho de separarse de sus padres.
Cuando sus padres tienen que salir dejándole con alguien en casa sufre náuseas, dolores de cabeza o palpitaciones.
Pablo padece un trastorno de ansiedad por separación.
Sus padres no imaginan que llegue el día en que su hijo afronte con serenidad y normalidad que ellos tengan que salir o que no se angustie pensando que se pueden poner enfermos en la calle y nadie sepa donde viven… Sin embargo, con la intervención adecuada en manos de un profesional y con la entregada colaboración de sus padres, todo pasará a ser un mal recuerdo.